Participar como niño cantor en
Pero como dice el refrán:
“Desafortunado en el juego, afortunado en amores”.
El diminuto Weng Weng cumplía a rajatabla la ley de
Pronto se corrió la voz por todas las Filipinas de los generosos atributos de este niño hombre, y a Weng Weng no le falto nunca donde mojar el churro. Como él bien decía:
“Muchas personas tienen fortuna en el juego, y con los premios consiguen tapar boquetes económicos, a mi Dios me doto para tapar otro tipo de boquetes”
1 comentario:
joe, una como esa le voy a perdir a los reyes
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